Que se caiga un empaste dental puede ser una situación incómoda e incluso dolorosa, pero lo más importante es mantener la calma y actuar con rapidez para evitar complicaciones mayores.
Los empastes pueden desprenderse por diferentes motivos: desgaste con el tiempo, caries nuevas debajo del material, traumatismos o una mordida inadecuada. Sea cual sea la causa, lo ideal es no dejar pasar el tiempo y acudir cuanto antes al dentista.
Mientras esperas tu cita, evita masticar por ese lado, especialmente alimentos duros o muy fríos/calientes. Si sientes sensibilidad o dolor, puedes tomar un analgésico común (consultando siempre con un profesional) y mantener una buena higiene, cepillando con suavidad la zona afectada.
Aunque a veces no sientas dolor al perder un empaste, eso no significa que no haya riesgo. El diente queda expuesto y puede sufrir una infección, fracturarse o volverse más sensible, por lo que retrasar la visita solo empeorará el problema.
En Eva Zahíno Clínica Dental, tratamos estos casos con prioridad. Valoramos el estado del diente y te proponemos la mejor solución: desde reponer el empaste con un material nuevo hasta valorar otros tratamientos si el daño ha avanzado.
Si has perdido un empaste o notas que uno se mueve o molesta, pide cita cuanto antes con nuestro equipo. Atenderte a tiempo puede evitar un problema mayor y devolverte la comodidad al comer y sonreír.
Tu salud dental merece atención inmediata. Estamos aquí para ayudarte.
